"La llauradora y el huertanito..."
No eran buenos tiempos para la música tradicional, y el folklore. Los años veinte, tiempos modernos, estaban a otras cosas. En 1930 se quejaba de ello en la revista Nuevo Mundo el maestro Serrano:
"- Maestro, ¿cuándo se decidirá a escribir su obra valenciana?
- Pues cuando nuestra música popular deje de ser tan impopular..."
Y eso que el folklore valenciano ya era objeto de estudio por parte de investigadores, como López-Chavarri, y músicos, como Palau, Moreno Gans, Sosa o Cuesta. Y se recuperaban antiguas tradiciones, como las danzas en la procesión de Nuestra Señora de Sales, Patrona de Sueca.
En el mismo artículo de Nuevo Mundo del que proceden estas imágenes, firmado por Federico Miñana, se informaba de que los periodistas valencianos, desde la Asociación de la Prensa, habían tenido la idea de "crear" un nuevo baile valenciano, que llevaría el nombre de "Ball de la Falla", y animaban a presentar composiciones, para ser interpretadas el día de San José, entre las que la gente elegiría el que debía ser el nuevo "baile valenciano".
"Los tabales y las dulzainas son los heraldos chillones, pájaros del ritmo, de la dança."
"Allá van los bailarines, ricamente vestidos, para interpretar sus evocaciones líricas.
Detrás, la comparsa de cantadores, guitarreros y bandurristas..."
Grupo de baile y músicos desfilando en la plaza de toros de Valencia.
Fuente: Nuevo Mundo, 28 de noviembre de 1930. Biblioteca Nacional.
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