"VALENCIA.- Los Santos Juanes."
Fotografía de fecha y autor desconocidos, publicada en La Revista de Viajes en 1935.
(Fuente: Biblioteca Nacional)
En 1882, el periódico de Madrid El Globo, Diario Ilustrado, Político, Científico y Literario, publicaba un grabado de los Santos Juanes de Valencia, con una descripción de la historia y arte de esta Iglesia:
"Entre los muchos edificios que llaman la atención y merecen ser visitados por el viajero en Valencia, cuéntase el antiguo templo de San Juan del Mercado, edificado á mediados del siglo XIII, pocos años después de la conquista de Valencia, por don Jaime de Aragón.
Antiguamente se elevaba en un barrio extramuros de la ciudad un templo que se llamaba San Juan de la Boatella, nombre que todavía tiene su recuerdo en la calle de las Botellas, inmediata á la plaza de la Comunión y que termina en la Bolsería. El templo fué reducido á cenizas por un incendio y reedificado en el sitio en que hoy está, que dista algunos metros del solar que antiguamente ocupaba.
El templo reedificado no tuvo larga vida. En 1592 un nuevo incendio obligó a reedificarlo casi en su totalidad: en la reedificación fué notablemente hermoseado el templo, y desde entonces se han ido introduciendo en él importantes mejoras.
En 1628 se inauguró el altar mayor, obra de grandísimo mérito debida al escultor zaragozano Miguel Orliens; en 1643 se derribaron algunas casas contiguas al templo y se construyó la capilla de la Comunión, al norte del paralelogramo que ocupaba el edificio primitivo; y por último, en 1693 se comenzó la renovación y decoración del interior de la iglesia, que concluyeron en el año 1702, costeadas por los fieles de la parroquia. Uno de los feligreses, el conde de Parcent, hizo construir á sus espensas la sillería del coro, los facistoles, el trascoro, las barandillas y puertas de bronce y un frontal de plata fabricado en Como.
El célebre pintor Palomino fué llamado de Madrid para que pintara el techo y los medallones; al milanés Jacobo Barthesi fué encomendado el estuco y talla de adorno, y al flamenco Andrés Verguero la construcción de los órganos, que fueron costeados por el clero de la parroquia. El púlpito, de jaspes y mármoles, fué traido de Génova.
Al entrar en la iglesia, cuyo interior es imponente y grandioso, llaman la atención en primer término los frescos de Palomino que representan pasajes del Evangelio y de la vida del Bautista, personajes alegóricos, un cielo poblado de ángeles y santos, y en la concha del presbiterio la Santísima Trinidad. A cada lado de la nave del templo hay seis capillas, de las cuales la más notable es la de la Comunión, en cuyo altar mayor se ve un cuadro de la Concepción del célebre Juan de Juanes, cuadro pintado para los jesuitas y trasladado al sitio en que hoy se encuentra en la época de su expulsión.
Tres puertas dan entrada al templo. Sobre una de ellas hay un inmenso rosetón que en tiempos antiguos debió dar luz á la iglesia, pero que hoy se halla tapiado. El círculo que describe el rosetón es tipo proverbial de comparación entre el vulgo, y todavía se dice: "es más grande que la O de San Juan".
La fachada, cuya vista representa el grabado de hoy, es graciosa y elegante. La forma triangular de su planta está transformada en su segundo cuerpo en un exágono. El remate del templo por la parte exterior es una terraza con tres estátuas, sobre las cuales descuella una pirámide, y en su cúspide una esfera coronada por el águila de San Juan Evangelista que sirve de veleta. "
"San Juan de Mercado en Valencia."
El Globo, 13 de septiembre de 1882. Biblioteca nacional.
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