Pintura del Altar de Santa Teresita del Niño Jesús en los Carmelitas Descalzos de Valencia, hacia 1925.
(Fotografía anónima. Con nuestro agradecimiento.)
Desde la publicación de "Historia de un alma", los escritos de Teresa del Niño Jesús y la Santa Faz (1873-1897) se difundieron rápidamente, al mismo tiempo que la devoción a la Carmelita Descalza, beatificada en 1923 y canonizada en 1925, declarada Doctora de la Iglesia en 1997. Es Patrona de las Misiones, junto a san Francisco Javier. Su fiesta se celebra actualmente el 1 de octubre (Novus Ordo), en Vetus Ordo se celebraba el día 3.
En Valencia recibía culto desde su beatificación en los Padres Carmelitas de la calle Alboraya, cuya iglesia había sido inaugurada en 1891. Lamentablemente, ya en 1931 el convento fue incendiado, durante los sucesos ocurridos con la llegada de la Segunda República... Desconocemos si se conserva la pintura, o algo, del altar de Santa Teresita.
En 1923 comenzó el proyecto de erigir un Altar a la entonces Beata Teresita, para lo cual se abrió una suscripción popular.
Leemos en Las Provincias que en la fiesta de Beata Teresita de 1923, celebrada con gran solemnidad y concurrencia de fieles:
"(...) Al fin, el Padre Carlos de la Inmaculada, con aquel fervor tan suyo y tan de hermano que le lleva a la glorificación constante de Sor Teresita, expuso desde el púlpito ciertos anhelos que un respetable número de devotos le ha demostrado, y que, si esto no fuera, está en el ambiente: y es que ha llegado el día de la lluvia de rosas para nuestra juventud, para toda Valencia. Y la hidalga y generosa Valencia solicita un lugar donde se alce y reciba su homenaje y su gratitud la Beata Sor Teresa. Ciertos acontecimientos se ha desarrollado entre nosotros, que han venido a convertir en necesidad lo que era deseo y ansia vehemente: apuntaba el Padre Carlos la idea de erigir un altar a la florecilla, siquiera humilde, sencillo... y la acogida del pueblo fué tan unánime, que allí mismo quedó abierta suscripción y organizada y cumplida una notable colecta. (...) C. de J. M."
No hay mucha más información en la prensa de la época, hasta que llega el momento de la inauguración del Altar, del que no disponemos más que de una fotografía de la pintura principal.
Al menos, en esta ocasión, constan casi todos los datos de la autoría (y lo que falta en la nota de prensa lo ponemos nosotros, de otra fuente): Realizó el Altar el tallista D. Miguel Romeu, y las pinturas eran de D. Isidoro Garnelo. La decoración del Altar fue obra del dorador D. Vicente Torrent Pellicer (que comenzó su trabajo en julio de 1925).
Se inauguró el Altar en noviembre de 1925, ya canonizada Teresa de Lisieux, con un "solemne triduo", con la presencia del Obispo de Segovia, D. Manuel de Castro Alonso. Diario de Valencia publicó una crónica de la inauguración, informando además de la creación de una Cofradía del Niño Jesús de Praga y Santa Teresita del Niño Jesús:
"Puede decirse que casi toda Valencia ha cooperado al levantamiento del altar que se inaugura en la iglesia de Padres Carmelitas. Centenares, miles de personas han dado sus limosnas (...)
El tallista don Miguel Romeu interpretó el sentir de los Padres sin salirse del hermoso estilo de la iglesia (...)
Del famoso escultor y pintor don Isidoro Garnelo no hay que hacer la apología (...) Quiso formar plásticamente, y lo alcanzó, aquellas palabras de Santa Teresita: Desde mi cielo haré caer una lluvia de flores; porque no flores, no rosas, sino la misma Santa parece desciende a la tierra; al contemplar su ademán, su postura, no se sabe si sube al cielo o baja a la tierra; pero más bien expresa ambas cosas: sube de la tierra y baja del cielo; sube con nuestras oraciones y baja con sus gracias, que al salir de sus manos se convierten en rosas que caen sobre un bellísimo ángel que, avaro, quiere abarcarlas todas; pero no puede, se le escapan, y vienen a caer sobre el mundo (...)"
Historia de un alma, autobiografía de Santa Teresa del Niño Jesús, publicada ya en 1898 para la Orden de los Carmelitas Descalzos, luego editada en diversas lenguas a comienzos del XX, y después aún mas desde las ediciones no corregidas, es una de las obras más influyentes, que extendió rápidamente la devoción a la Santa y a su pequeño camino hacia la santidad, desde la debilidad que todo lo confía a la misericordia y abandono en Dios.
Se tuvo una imagen quizás demasiado edulcorada, infantil incluso, de Santa Teresita, con el uso frecuente de diminutivos ("florecilla", "caminito"...), muy lejos de la realidad. Cuando fallece Santa Teresita (casi siempre se la llama así, también en diminutivo), es una joven que ha pasado por grandes sufrimientos, físicos y espirituales, vividos desde una profunda fe. Baste recordar su Acto de Ofrenda al Amor Misericordioso, de 1895:
"Ofrenda de mí misma, como víctima de holocausto, al amor misericordioso de Dios.
¡Oh, Dios mío, Trinidad Bienaventurada!, deseo amaros y haceros amar, trabajar por la glorificación de la Santa Iglesia, salvando las almas que están en la tierra y librar a las que sufren en el purgatorio. deseo cumplir perfectamente vuestra voluntad y alcanzar el puesto de gloria que me habéis preparado en vuestro reino. En una palabra, deseo ser santa, pero comprendo mi impotencia y os pido, ¡oh, Dios mío!, que seáis vos mismo mi santidad... "
(No tiene nada que ver con el tema, y además no sirve de nada, pero no está de más recordar que es de buen gusto y cortesía, cuando se utiliza contenido de, por ejemplo, este blog, añadir el correspondiente enlace, citar la fuente, y no limitarse al copia y pega, etc...Gracias)
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