martes, 21 de enero de 2014

Valencia. Procesión de San Vicente Mártir, una fotografía de 1911 y una crónica de 1852






Valencia. Procesión de San Vicente Mártir.
Fuente: Biblioteca Nacional - Hemeroteca Digital.


   La imagen de San Vicente Mártir y Canónigos de la Catedral de Valencia durante la procesión, en una fotografía publicada por La Lectura Dominical en febrero de 1911.





   En 1852 el diario El Católico reproducía la siguiente crónica de las fiestas de San Vicente Mártir, publicada originalmente por el Diario Mercantil de Valencia:

   "La procesión general que costea el ayuntamiento á nuestro patrono San Vicente mártir ha ofrecido este año una novedad, cual es la de formar parte de ella los niños del colegio de san Vicente Ferrer y los de las casas de Misericordia y Beneficencia, que, con su acostumbrada compostura y con ese aseo que tanto honra á las casas de caridad de esta capital, contribuían al brillo de la procesión, ocupando parte del lugar que antes llenaban las extinguidas comunidades religiosas.- Parece que esta determinación ha sido adoptada por el Excmo. ayuntamiento de acuerdo con el Excmo. é Ilmo. señor arzobispo."

   Y explicaba cómo había sido restaurada la Cárcel de San Vicente:
  
   Hace algún tiempo dimos cuenta á nuestros suscritores de que á espensas de una devota se estaba renovando la capilla denominada Cárcel de San Vicente mártir, situada en el callejón que hay frente al convento de monjas de Santa Tecla, y hoy podemos añadir, que concluída oportunamente la obra, tuvo lugar la bendición del oratorio el día 20 del actual.- Esta capilla fué construída á espensas de la ciudad en 1686, con el objeto de que el pueblo pudiese venerar en ella una columna de piedra á que fué maniatado en su prisión el glorioso Mártir, y se conservó así hasta el año 1808, en que tuvieron principio nuestras vicisitudes políticas, viéndose desde entonces sirviendo en varias épocas de almacén ó depósito de armas, y en otras atestada de muebles pertenecientes al vecindario.- El ayuntamiento pensó restituir dicho santuario á su piadoso objeto; pero su estado ruinoso no lo permitía sin hacer antes grandes gastos; cuando la señora doña Joaquina Benet de Rodrigo se ofreció espontáneamente á costear la obra, á renovar el retablo y á construír una pequeña sacristía, proveyéndola de ornamentos.- El cuerpo municipal, al aceptar un ofrecimiento tan generoso, acordó un voto de gracias á la ilustre devota, disponiendo que por conducto del señor presidente se la ofreciese el cuidado de la capilla y la custodia de sus llaves; demostración de aprecio que la referida señora admitió con muestras de reconocimiento."

(Todo Sic)



    

El Católico, 27 de enero de 1852.
Fuente: Biblioteca Nacional - Hemeroteca Digital.






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