Estampa devocional de la entonces Sierva de Dios, hoy Beata, Josefa Naval Girbés, Virgen seglar, Algemesí 1820 - 1893. Se pedía en ella su pronta beatificación, como ahora se espera su canonización.
Es el retrato tradicional que se hizo de la Señora Pepa, que nunca se fotografió. La cabeza cubierta le da un cierto aire monjil, que se quiso evitar en las estampas modernas, en las que aparece representada sin el velo. Pero así vestían tanto ella como sus discípulas, y en general muchas mujeres devotas hasta bien entrado el siglo XX, ya que la indumentaria a la moda podía suponer, de algún modo, tentación de vanidad.
ORACIÓN
Santísima e inefable Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, de todo corazón os adoramos, alabamos y bendecimos, y por la intercesión de la Virgen de la Salud y Santa Rosalía de Palermo, rendidamente os suplicamos que exaltéis en vuestra Iglesia a vuestra fiel sierva Josefa Naval Girbés, apóstol incansable de la vida interior, amante de su Parroquia y verdadera precursora de la Acción Católica, si ha de ser para vuestra gloria y bien de las almas. Amén. Con licencia eclesiástica.
A la izquierda, la casa donde nació Josefa Naval Girbés, junto al convento de los Dominicos.
Cuenta el Siervo de Dios Don Bernardo Asensi que cuando falleció su madre, Josefa, que sólo tenía trece años, acudió presurosa a la Capilla del Rosario de los PP. Dominicos, y pidió, llorando, a la Virgen que fuera para siempre su Madre. Entonces la Sma. Virgen en forma visible, le dijo: Hija mía, no dejes tan santa devoción - el Rosario- que yo no te abandonaré.
Por eso iba con frecuencia a dicha Capilla, rezaba el Rosario entero, se ponía en oración, y su alma se abismaba en Dios, allí donde había empezado a conocerle y amarle, y había recibido la singular promesa de protección de su Madre Santísima.
La Beata Josefa Naval Girbés no dejó textos escritos, pero en los testimonios de sus discípulas se recogió lo que les decía durante las reuniones en su casa, y gracias a esos testimonios podemos conocer sus palabras y su espiritualidad. El Siervo de Dios Don Bernardo Asensi reprodujo algunas de estas hermosas enseñanzas en la biografía de la Beata. En estas palabras de la Señora Pepa vemos su deseo de humildad, y de saber sufrir, la confianza en Dios, el amor a la Parroquia, al prójimo, a las Almas del Purgatorio, y su deseo de evangelizar, de llevar las almas a Dios:
"La viva confianza en Dios es una de las cosas que más le agradan. Acudamos a Él para pedirle las virtudes, sin dudar en nuestro corazón. ¡Dichosa el alma que pone en el Señor toda su confianza! (...)
Cuando alguien os ocasione alguna contrariedad, molestia o sufrimiento, no busquéis el desahogo, contándolo a otra persona para que os consuele dándoos la razón, sino sabed sufrir, callar y aprovechar lo que Dios os envía.
Acudamos para todo a la Sma. Virgen con amor y confianza filial.
Pedid mucho a Dios la humildad de corazón. Amemos nuestra pequeñez que no impide amar mucho a Dios.
Tenéis que amar a la parroquia como a nuestra madre; la tenéis que ayudar en todo, y acordaos de este amor que le debéis, cuando se haga la colecta para vuestra parroquia.
Cuando algún pobre os pida limosna, si no tenéis más que el desayuno, dádselo.
Lo principal para santificarnos es amar, sufrir, y ceder.
¡Qué lástima!, la mayor parte de las almas salen de este mundo sin haber cumplido el plan de Dios. ¡Quién pudiera remediarlo!
Exclamaba: Almas para Dios, ¡Cuántas almas se pierden! ¡No quiero que se condenen!
Programa del Triduo y Fiesta a la Beata Josefa Naval Girbés, del 6 al 9 de noviembre de 2014.
El domingo 9 de noviembre, a las 17h., Eucaristía Solemne y Procesión.
El domingo 9 de noviembre, a las 17h., Eucaristía Solemne y Procesión.
ORACIÓN
Oh, Dios, que pusiste en el mundo la fuerza del Evangelio como un fermento de renovación, concede a los fieles dedicados a las cosas seculares, para cumplir tu voluntad, que, por la intercesión y con el ejemplo de la Beata Josefa Naval, instauren sin cansarse tu reino a través del ejercicio de sus deberes temporales, con fervoroso espíritu cristiano. Por Nuestro Señor Jesucristo.
Bibliografía: Bernardo Asensi. Flor Parroquial. Valencia, 1957.
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