Bautizo de san Vicente Ferrer. Los Bultos de San Esteban: una imagen de 1918 y una descripción de 1836

 

 
 

 

Los Bultos en una fotografía de Mundo Gráfico, 1918.

 

 

 

 

 

   Encontramos una interesante descripción de los Bultos de san Esteban y del sorprendente ambiente valenciano de la época en un artículo del Semanario Pintoresco Español, dentro de una serie titulada "Costumbres de Valencia", firmado por R. de T. en 1836.

 

 

   Dice el autor hablando de su visita a la iglesia de san Esteban de Valencia (todo sic):

 

 

   "Numeroso concurso, menos devoto que curioso, poblaba la nave del templo, y con alegres risotadas y festivos ademanes mostraba bien la profanidad del objeto que allí los conducia. Levantábase hácia los pies de la iglesia y en su lado izquierdo un anchuroso tablado, y sobre él, colocados poco menos que en fila, descollaban veinte figuras de madera del tamaño natural, vestidas con ropas de seda no muy nuevas. El conjunto del cuadro representaba, segun me dijo mi acompañante, el bautizo de san Vicente. El santo en mantillas, el cura revestido, el sacristán y el monaguillo con una gran tostada de bizcocho en las manos, el padrino, los testigos, el virey, los jurados y los maceros, cada cual con su trage correspondiente formaban gran parte de aquel retablo; pero lo que más llamaba la atención eran sin duda las mugeres que en él figuraban. La comadre y la madrina ataviadas, no como era la usanza de los siglos medios, sino según la moda corriente en el nuestro, con sendas mantillas de blonda, esquisitas basquiñas de gró, rizadas pañoletas, bien compuestos bucles y lindos abanicos, eran el principal objeto de la curiosidad general." (...)

 

 

 

   El visitante abandonó pronto el templo, molesto por el poco edificante ambiente de cotilleo que le rodeaba, y que describe brevemente:

 

 

   "Estas ó semejantes pláticas, ninguna devoción, algunas alabanzas, muchas murmuraciones y sobradas intriguillas amorosas columbré yo en aquel santo lugar, del que á prevención habian retirado el Sacramento; y cansado de preguntar y de recibir pisotones dejé los "bultos", que así llaman allí à las tales imágenes (...)" (El subrayado es nuestro)

 

 

 

 

 

Fuente: Biblioteca Nacional - Hemeroteca Digital.