Las fotografías, publicadas por el diario Levante en un número extraordinario dedicado a las inundaciones de octubre de 1957, son apenas una muestra de los efectos de la riada en Valencia. Existen muchas imágenes de esta catástrofe, pero nada comparable con los recuerdos de quienes la sufrieron.
Entre los expresivos titulares se podía leer: "Valencia era un mar de agua y barro", en "aquel terrible amanecer de frío y muerte".
Plano de las zonas afectadas por las inundaciones.
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